Hay quién dice que las islas Jónicas son extremadamente diferentes de sus hermanas insulares del Egeo, alejadas al velo heroico y mitológico que siempre parece envolver a toda isla griega.
Quizás el hecho de que geográficamente se escondan de la explosión de islas del Egeo, y que como su propio nombre indica, formen parte del mar Jónico, las haya condenado al ostracismo de la famosa belleza mediterránea. Sin embargo, nada más lejano a la realidad, el archipiélago jónico esconde un grupo de islas cuya condensación de atractivos bien merece dedicar un espacio generoso de nuestras vacaciones, y que no formen parte de un viaje precipitado y frugal por Grecia.
Las alturas montañosas que caracterizan la costa jónica peninsular, recubiertas de bosques, valles fértiles, campos de olivos y viñedos que sobresalen de alfombras de flores, también han salpicado la textura de las islas del archipiélago jónico. Lejanas al concepto árido y rocoso que siempre viene a la mente cuando sumamos isla + Grecia, se visten de la generosidad acuosa de sus suelos, que permitieron desarrollar reinos potentes y ciudades ricas en el pasado.
Cuando venimos de conocer Sicilia, Calabria o Puglia, las islas Jónicas no se nos antojan primas, si no hermanas de la tierra del sur de Italia, sembrada por los colonos griegos que se lanzaron al mar para fecundar nuevas polis que incluso superaron en belleza y poder las antiguas ciudades griegas.
Si llegamos en coche o barco desde la costa de Albania encontraremos los tres grupos de islas que forman el conjunto jónico. Al norte la segunda mayor en tamaño, Corfú, acompañada de Paxos y las islas minores de Antipaxos, Fano y Mathraki.
En el centro del archipiélago, Léucade (también conocida como Lefkada, Leucada o Santa Maura), Kalamos, Kastos , Meganisi, Ítaca (cuyo sonido nos recuerda la Odisea), Theaki, Cefalonia (o Kefalonia) y Zante.
Y finalmente al sur, cerrando el arco de islas del mar jónico límite con el Peloponeso y Creta, está Citera (Kythira), Cerigoto y otras islas pequeñas como Anticitera y Elafonissos. Este grupo de Citerea se encuentra bastante distante, al sur del Peloponeso.
Mientras en Zante (bautizada «flor de Levante» por los venecianos ) encontraremos paisajes fantásticos con playas luminosas donde nada una de las tortugas en extinción del Mediterráneo; en Cefalonia el buen vino y las grutas suponen dos atractivos, además del punto más alto de las islas, Aínos Oros (1628 m); el museo arqueológico de Léucade; los pueblecitos de Paxos o en Corfú la atmósfera cultural y la fortaleza veneciana.
El tiempo y temperaturas mediterráneas tienen peculiaridades por su microclima algo más húmedo y expuesto a los vientos que circulan de norte a sur en ambos sentidos.
Lugares aún hoy idílicos, a menudo se muestran extraños al turismo masivo que está normalizado en otros lugares como Mykonos o Santorini, y son el lugar idóneo para quién busca una atmósfera de relax, aislamiento y un ritmo de vida que poco a cambiado en los últimos siglos.
Cada isla es una Atlántida, con sus peculiaridades, su cultura e identidad, y como no su cocina, que comparte un común denominador, su intenso sabor. Las narraciones de Homero nos retrotraen a los escenarios del soberano de Ítaca, o a la isla de los feacios conocida como Esqueria y atribuida a Corfú, mientras nos sentimos a ratos dioses y mortales disfrutando del paraíso de las Islas Jónicas.
Como llegar a las islas
Todas las islas están conectadas por un servicio de ferries con varios trayectos desde la Grecia peninsular o desde ciudades del norte de Italia como Bari, Ancona o Bíndisi.
Los Ferries de Ancona a Corfu tienen dos salidas semanales gestionadas por Anek Lines y con un tiempo del trayecto de 14 horas y media. Desde Bari a Corfú hay tres salidas a la semana con Superfast Ferries (8 horas) y otras tres con Ventouris Ferries (13 horas). Brindisi y Corfú tienen 3 travesías de unas 8 horas que efectúa Egnatia Seaways.
Desde Bari al puerto de Samis (Cefalonia) sólo hay un viaje a la semana que lleva a cabo Ventouris Ferries (18 h. y media) u otro a Zakynthos (22 horas). Desde Brindisi también se conecta el ferry a Sami (16 horas) y a Zakynthos (18 h. y media), ambos operados por Egnatia Seaways.
Desde Grecia hay ferries a las Islas Jónicas cada día que Kefalonian Lines opera para enlazar Kyllini (frente a la isla de Zante) en el Peloponeso con Pisaetos en Ítaca, Poros y Argostoli en Cefalonia, Sami o la propia Zante. Los trayectos son de entre una hora y dos.
También hay ferries entre las propias islas jónicas (las centrales): Poros (Cefalonia) a Pisaetos en Ítaca; de Poros a Sami; de Sami a Ítaca; o de Sami a Poros en Cefalonia.
Más información sobre cada isla en las secciones particulares: